Rescatan a quetzal en un árbol de CDMX

En un evento que ha capturado la atención y el corazón de los habitantes de la colonia Santa María la Ribera, en la alcaldía Cuauhtémoc de la Ciudad de México, un quetzal, el ave considerada la más bella de América debido a su espectacular plumaje, fue rescatado tras encontrarse en apuros entre las ramas de un árbol. La Brigada de Vigilancia Animal (BVA) de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) fue la heroína del día al asegurar la seguridad y el bienestar del ave.

Alertados por los vecinos de las calles Jaime Torres Bodet y Carpio, oficiales en su ronda habitual de vigilancia se encontraron con la escena del quetzal luchando por liberarse. Rápidamente, la BVA fue notificada y un miembro del equipo, demostrando destreza en técnicas de rapel, se adentró en el follaje para alcanzar al ave. Tras un cuidadoso procedimiento, el quetzal fue calmado y colocado dentro de un contenedor especial para su traslado a las instalaciones de la BVA en Xochimilco, donde recibiría atención médica veterinaria.

Este incidente se destaca no solo por el exitoso rescate sino también por el lugar inesperado del avistamiento. A pesar de que los quetzales son originarios de Centroamérica y se encuentran principalmente en bosques tropicales del sureste mexicano, como en Chiapas, su presencia en la metrópolis de la Ciudad de México sorprende y fascina. Vecinos y usuarios de redes sociales han compartido imágenes y videos del rescate, evidenciando un creciente interés y preocupación por la vida silvestre en entornos urbanos.

El quetzal es una especie monógama que se alimenta de aguacatillos, insectos, ranas y lagartijas, y enfrenta amenazas constantes, no solo de sus depredadores naturales como las tucanetas verdes, ardillas, búhos, halcones y aguilillas, sino también del mayor peligro de todos: el ser humano. La caza furtiva para el tráfico ilegal de mascotas ha puesto a esta especie en una situación vulnerable, ya que no sobrevive en cautiverio.

Este rescate no solo subraya la belleza y la importancia de la conservación de la vida silvestre, sino que también refleja el espíritu comunitario y la colaboración entre ciudadanos y autoridades para proteger a estos seres magníficos. La esperanza se mantiene viva para que este quetzal, una vez más en buenas condiciones de salud, pueda regresar a su hábitat natural, lejos de los peligros de la ciudad.

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